Hay quien aboga que el recorrido parte a la ciudad en dos y que solo quedarían las calles Lope Gisbert y Juan Carlos I para circular, con lo que podría aprovecharse el mismo para la creación de una avenida complementaria a éstas y descongestionar de dicha forma el tráfico. Lo que aquí tampoco se tiene en cuenta es el hecho de que el uso del tranvía ahorraría a cientos de lorquinos la utilización de sus vehículos para llegar a puntos importantes como lo pueden ser el Campus Universitario de Lorca o el Hospital Rafael Méndez.
Por un lado, se aprovecharía el paso a nivel de Santa Clara que, junto con la proyectada eliminación del paso a nivel de Alameda Cervantes y la remodelación integral de la Av. Juan Carlos I, contribuiría, en síntesis, al enriquecimiento de la ciudad, a hacerla más habitable y con una mayor calidad de vida.
El tranvía daría el impulso al transporte público de la ciudad, un transporte alternativo y sostenible que mejoraría la competencia de tales servicios así como supondría una mejora de la movilidad (actualmente la empresa concesionaria de los autobuses urbanos de la ciudad deja mucho que desear en lo que a calidad, atención, horarios o precios se refiere).
Por otro lado existen posibles dudas o incertidumbres ante tan majestuoso proyecto en las cuales se escudan aquellos que aprovechan cualquier propuesta interesante para criticarla: ¿Solapamiento de servicios? ¿Insuficiencia presupuestaria?
Seamos serios por un momento. Con la existencia de una alternativa al transporte actual no se produce una duplicidad de servicios ya que los mismos se complementarían a la vez que producirían una mejora a todos los niveles en la accesibilidad a los mismos. De esta forma, el tranvía se enfocaría más a zonas de gran afluencia de forma que evitarían el excesivo uso de vehículos por las zonas más concurridas.
En cuanto al tema de la financiación, muchos “justificarán” su improcedencia ante lo desorbitado de tamaña infraestructura. Tengamos en cuenta que NO es un tema de financiación municipal sino que el único “problema” es el de buscar financiación externa ya que la construcción sería sufragada por la empresa que explotase el servicio.
En resumidas cuentas, me parece deleznable que se critiquen estas iniciativas cuando se trata tan solo de una idea personal, de un proyecto a largo plazo por la mejora de la calidad de vida del conjunto de los ciudadanos lorquinos, una idea de progreso, avance y modernidad.
“Todos tenemos nuestra casa que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público” E. Tierno Galván
Todo lo que se haga por nuestra ciudad es poco…
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